martes, 24 de mayo de 2016

Ofertas espirituosas y la catadora María Paz Levinson

Las ofertas espirituosas siempre pasan primero por una cata de vinos. Para saber si ese vino combina con lo que se irá a comer se llama al sommelier de la casa. Hoy hablaremos un poco sobre María Paz Levinson, una de las mejores sommelier de Argentina.
Ofertas espirituosas y la mejor catadora del mundo

OFERTAS ESPIRITUOSAS Y LAS CATAS

María Paz Levinson fue galardonada como la “Mejor Sommelier de Argentina 2010” por haber ganado el concurso que organiza la Asociación Argentina de Sommeliers (AAS). Esto le permite ser candidata para participar en los concursos “Mejor Sommelier de las Américas” en 2012 y “Meilleur Sommelier du Monde”, en 2013, en Francia.
Pese a que las mujeres (Flavia Rizzutto, María Mendizábal, Agustina de Alba y la propia Levinson) ganaron los cuatro certámenes nacionales organizados por la AAS, María Paz descartó que las mujeres tengan una mayor percepción sobre los vinos y las bebidas: “El hecho de que en los últimos años las mejores sommelier sean mujeres, es una casualidad. En el mundo, los mejores sommelier mayormente son hombres”, dijo. No obstante, no caben dudas que la sommelier de Nectarine (un restaurante gourmet porteño) y profesora del Centro Argentino de Vinos y Espirituosas (CAVE) tiene una capacidad especial para detectar los aromas y sabores de las bebidas. En alguna medida, logra captar su alma. Esto pudo ser comprobado por los asistentes al curso que dictó en Patagonia Vinos, que marcó el desembarco formal de CAVE en Bariloche.
María Paz Levinson registra un exitoso paso por las letras, en especial la poesía, donde ya obtuvo el primer premio en el Salón Municipal del Poema Ilustrado de 1994. Luego, en 2001, ganó una beca de la Fundación Antorchas para asistir a un taller de poesía a cargo de Arturo Carrera, Teresa Arijón y Diana Bellessi y otra beca de clínica de obra a cargo de Javier Adúriz en el Centro Cultural Ricardo Rojas, en la Capital Federal. 

También estudió Letras en la Universidad de Buenos Aires (UBA). Para generarse ingresos comenzó a trabajar de moza y rápidamente se familiarizó con los vinos, un mundo que la atrapó. Decidió estudiar, tomar cursos y luego a cursar en el CAVE. También trabajó con su directora, María Barrutia, quién fue su guía en los primeros pasos. No obstante, en ningún momento abandonó su carrera en la UBA.
Actualmente se desempeña en Nectarine, que tiene una magnífica cava con vinos de todo el mundo. Su público es mayoritariamente extranjero, lo que para María Paz no representa ningún problema ya que habla inglés, francés y algo de italiano. “Tenemos una carta de opciones y también un menú degustación, de ocho pasos, que ya viene con los tipos de bebida para cada plato”, explicó. Pese a conocer centenares de vinos y excelentes maridajes, Paz reconoce que “el mejor vino es el que a uno más le gusta. Esto hay que respetarlo y por más que no sea ideal en lo que respecta al maridaje, es un gusto personal y los sommelier debemos aceptarlo”, indicó. “Los comensales argentinos aceptan los vinos nuevos, las diferentes cepas y variedades. Hay un público tradicional, que por lo general tiene sus vinos preferidos y los pide. Pero el público joven, acepta más fácilmente probar nuevas cepas y diferentes tipos de vinos, también cervezas y espumantes. La principal ventaja de trabajar con público argentino es que tiene la cultura del vino incorporada: la mayoría ya sabe algo y además le gusta tomar vinos. Esto no es así en algunos otros países y los vemos en su público, ya que en primer lugar hay que convencer al comensal de que pruebe el vino y luego ver que variedad le recomendamos. Por el contrario, los extranjeros que conocen de vinos, saben elegir. Los argentinos, además de probar los vinos locales prueban vinos del exterior aunque sean más caros”, analizó María Paz Levinson.

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