Un buen día Juan pensó en comprar vino para su novia, Julieta. Pero él tenía muchas cosas que hacer y compra un vino era un poco caro para él. Trabajaba como repositor en un super mercado que quedaba cerca de su casa; era grande pero cobraba poco. El vino le parecía una gran idea para el día de San Valentín. Pero para su sueldo eso no era muy aceptable. Y cuando vivís solo y tenés que pagar las cuentas de lo que eso conlleva, un lujo no parece algo en lo que se podría pensar.
El vino parecía algo de ricos. Tal vez tenía opciones, pero él quería comprarle lo mejor. Imagínense una relación de cuatro años, con idas y vueltas, amores y desamores, pero en fin firmeza en el brazo y dulzura en el corazón. Algo grande tenía que hacer, pero con poco dinero, tiempo e ideas, este pensamiento no parecía que iría a durar mucho en su mente.
Después de charlarlo con unos amigos, ellos le aconsejaron a buscar por internet. "Hay bastantes ofertas", dijo uno mientras tomaban unos mates. "No hace falta que busques vinos en oferta, el dinero lo tenés", dijo otro apelando al sacrificio verdadero. La verdad es que siempre quedaba un poco más, pero eso era para las vacaciones, además, guardar dinero es necesario en los días de hoy.
Juan pensó, y actuó. Buscó por internet, algo que no se animaba porque no le daba buena espina comprar online. Prefería ver el producto y estar seguro de lo que estaba comprando. A ella le gusta lo dulce, pero el tinto la vuelve loca. Al encontrar algunas páginas y ofertas interesantes entró a un site de vinos bastante atrayente. Compró la marca favorita de la amada por un precio que no lo habría encontrado si seguía buscando en las tiendas.
El día llegó, Y no era simplemente el regalo. Él preparó la sala, el ambiente. Se veía una rosa en un florero largo y fino, roja, por supuesto. A media luz en la mesa el pollo asado con ensalada rusa, dos velas encendidas, finos cubiertos y platos. ¿Qué faltaba? El participante especial de la noche: el vino en oferta de internet. Pero, ¿Quién le irá a contar a Julieta la procedencia de ese vino?
Ella con un vestido rojo, para acompañar la noche, un peinado de peluquería, maquillaje como se debe, y un collar que simple, pero dorado, era quien completaba la obra maestra.
Él, se vistió con camisa y pantalón de vestir (no eran de marca, pero eran de calidad), y se puso el perfume que a ella más le gustaba.
Al sentarse en la mesa, faltando el protagonista en la mesa, él se detuvo y yéndose para la cocina se dirigió para la heladera. Sonriendo, abrió la puerta y encontró a su querido amigo que tanto le costó encontrar.
Al ir para la sala y encontrar a la enamorada sentada esperando, mostró con orgullo el regalo especial, el vino tinto. Ella sonrió, y la noche siguió como viento en popa.
Un vino en oferta, en internet, es mejor.
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