lunes, 21 de diciembre de 2015

Las mejores vinerías de Buenos Aires

Buscar un buen vino también tiene que ver con la experiencia que una vinería puede ofrecer. Partiendo del criterio estético pero sumando la multiplicidad de propuestas que también ofrecen estos templos del buen beber, seleccioné algunas vinotecas más lindas de la ciudad. Porque no se trata solamente de comprar una botella sino también, de la experiencia: recibir asesoramiento por parte de conocedores, entender la selección criteriosa de las etiquetas que cada una de ellas exhibe, e inclusive, ser testigo de catas y degustaciones que rinden culto a los placeres.
Esta lista incluye estilos de vinotecas más tradicionales, otros más modernos y también, algunos históricos, que llevan la impronta del barrio que representan y resultan verdaderas reliquias porteñas. Al final, un bonus track que es tendencia: restaurantes que rinden culto al buen vino y que albergan sus propias vinotecas.
Es la vinoteca restorán de Aldo Graziani, uno de los sommeliers más reconocidos de Argentina, y es una de las perlas del barrio de San Telmo. Sus paredes espejadas donde se detallan los platos del día y los vinos destacados, son un clásico. De estilo sobrio y clásico, con algo de art decó, al traspasar el pesado cortinado rojo de la entrada uno sabe que está entrando a un lugar donde los vinos son la estrella. El detalle: las más de 600 etiquetas que se consiguen allí fueron catadas a ciegas por Aldo y su equipo, y los vinos tienen precio de vinoteca, también en la mesa. Todos los martes hay catas y degustaciones. Aldo además tiene su propia distribuidora de vinos, El Garage de Aldo, que comercializa proyectos de grandes enólogos. En Moreno 372, San Telmo.
En pleno corazón de Las Cañitas, muy cerca de La Imprenta, bin4Vinology es una apuesta al diseño, con una marcada estética urbana y moderna. De estilo vanguardista, en su decoración predomina la madera, coronada con las amplias mesas donde se hacen catas y degustaciones, y la protagonista es una araña de caireles en medio del salón. La oferta de vinos es amplia, e incluye desde las bodegas más grandes hasta las pequeñas y más buscadas.El asesoramiento está a cargo de una de sus propietarias, María Mendizábal –Mejor Sommelier de Argentina 2006-, y de un equipo de sommeliers, lo que hace que ir a comprar una botella de vino o degustar una copa, sea además de un buen momento, una alternativa para aprender. Hay catas todas las semanas. En República de Eslovenia 1959.
Emplazada en el barrio de Devoto, en una vieja casona original de 1915 que aún mantiene sus puertas, baldosas y piso de pinotea original, La Bodega de Bórbore es un clásico de la zona, propiedad de una familia italiana de pura cepa y origen vitivinícola. Con 400m2 dedicados al vinoel gran destacado es el patio cubierto –con horno de barro incluido- , y el jardín, repleto de árboles frutales, plantas y flores, lugar inspirador si los hay para beber una copa o disfrutar de las catas y eventos que se hacen todas las semanas, e incluyen platos típicos argentinos como empanadas, asado, locro y carbonada, según la ocasión. Entre sus estanterías –muchas originales del antiguo almacén que ocupaba la casa-, hay alrededor de 1400 etiquetas, entre las cuales se pueden encontrar perlas de bodegas boutique y vins de garage. En Av. Mosconi 3654, Villa Devoto.
A pasos de Plaza Serrano, la fachada amarilla de Lo de Joaquín Alberdi es inconfundible, y uno de los clásicos de la zona, desde hace más de seis años. La vinoteca es una casona reciclada, típica de Palermo. La última reforma fue el año pasado, e incluyó sumar un salón de degustación en la planta de arriba, aprovechando la terraza cubierta, donde se hacen catas y eventos. Atendida por el propio Joaquín y su equipo, este chef le puso nombre y alma a la vinoteca que creó a su regreso al país, después de vivir en España. Nacido en Coronel Suárez, no muchos saben que en su pueblo natal hay una vinoteca hermana, idéntica en el estilo a la versión palermitana, también emplazada en una casona antigua. En Lo de Joaquín se pueden encontrar alrededor de 600 etiquetas de vinos argentinos de alta gama. Los jueves y viernes a partir de las 19, se hacen degustaciones con bodegas invitadas, y a lo largo de la semana, se organizan catas privadas de hasta cuatro personas. En Jorge Luis Borges 1772, Palermo.

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