miércoles, 30 de diciembre de 2015

Vinos en caja argentinos vs vinos chinos

Leonardo Spadone conduce bodega San Huberto desde 1998, que tiene un modelo de negocios particular, se trata de una compañía vitivinícola con tres patas productivas: una en La Rioja, otra en Mendoza y la tercera en China. Vendiendo vinos en caja el negocio de actualizó para competir con las propuestas actuales de otras marcar o vinotecas.
Hasta 2009 la empresa tenía entre sus accionistas al ex presidente de la Nación Carlos Menem. En la actualidad es sólo comandada por la familia Spadone. El empresario asegura que Asia es una buena opción para que las exportaciones de  vino despeguen.   
-En 2003 compraron una bodega en Huailai, China, ¿cómo se desarrolló ese negocio?
-Hoy China está en el sexto lugar del ranking mundial de elaboradores de vino, a punto de superar a la Argentina, si es que por estas horas ya no lo hizo. Sin dudas va camino a ser el primer elaborador. Para esto creo que faltan unos años pero ese será el destino final. Viendo ese panorama fue que en 2003 decidimos invertir en una bodega en China.
Actualmente, se elaboran cerca de 5 millones de litros en nuestra bodega china, vinos que se venden a granel a las grandes embotelladoras. El futuro será seguramente embotellar nuestras propias marcas y entrar al competitivo mercado de botella en China. Como es un gran desafío, ya que la comercialización de vinos en China es mucho mas dura que lo que es aquí, en nuestro país, nos tomaremos un tiempo más para desarrollar un plan estratégico. 
-¿Cuáles son las diferencias entre hacer vino en Argentina y elaborarlo en China?
-Desde nuestro desembarco en China hemos enviado a varios de nuestros enólogos para capacitar al personal chino en la elaboración de los vinos. Hoy nuestra gente en China ha aprendido cómo hacer los vinos y cómo cuidarlos durante el año, pudiendo decir que las técnicas son las mismas y la calidad obtenida no tiene nada que envidiarle a la de los vinos argentinos; estamos consiguiendo calidades de vinos que nos sorprenden.
 -Se habla mucho de Asia, pero las exportaciones a China no despegan, ¿existen oportunidades reales para los vinos argentinos en China?
-No creo que sea así. China en el año 2009 ocupaba el puesto 18 en el ránking de países importadores de vino argentino. Desde el año 2012 ocupa el puesto siete y ahí se mantiene. Desde el 2010 empezó a subir considerablemente el precio promedio por caja, se empezaron a vender vinos más caros, mayor cantidad de vinos de alta gama.
Lo que se puede decir es que no siguió creciendo, que no siguió escalando posiciones, pero creo que eso se dará nuevamente en los próximos años. No obstante, un crecimiento del orden del 360% en 5 años es espectacular, ningún otro país creció como China.  
-¿Cómo tiene que ser el mix de productos para que el negocio sea rentable?
-Más que el mix, el tema de hoy es la rentabilidad. El efecto que la inflación hizo en los últimos 3 años no permitió que se pudieran volcar al precio los mayores costos. Esto hizo perder rentabilidad. El mix de segmentos se mantiene relativamente estable, con un pequeño crecimiento de los más altos, aunque éstos siguen pesando muy poco en el negocio. 
-¿Qué se necesita para volver a crecer?
-Se trata de una tarea difícil. El consumo está estable desde hace muchos años y se sabe que han pegado fuerte el crecimiento de la cerveza, de las bebidas blancas y de las aguas saborizadas. Habrá que ver de qué manera el vino se acerca más a la gente y se logra crecer en el consumo del producto alcohólico mas noble y sano que existe.
 -¿Qué perspectivas tienen para 2016?
-Va a ser un año difícil. El consumo seguirá estable. Tal vez tengamos un poco más de rentabilidad pero no podemos esperar demasiados cambios.  

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